En términos generales, los plásticos son sintéticos, con una variedad de polímeros orgánicos (moléculas sintéticas gigantes compuestas por largas cadenas de moléculas más cortas, que se derivan principalmente de combustibles fósiles) y productos con diferentes composiciones químicas.
Debido a que el plástico no se descompone en el medio ambiente, ha seguido acumulándose en las vías fluviales, los suelos agrícolas, los ríos y el océano durante décadas. De hecho se calcula que solo el 30% de los plásticos producidos desde los años 50s sigue en uso hoy en día.
Cada minuto, se vende un millón de botellas de plástico en todo el mundo pero cada botella de plástico tarda unos 450 años en descomponerse. Esto es más tiempo que lo que demora una lata de aluminio (ver Figura 3).
Figura 3