Nuestro Podcast, Por un Mundo Circular, es un espacio en el cual queremos aportar conocimientos, entusiasmo y ejemplos reales de como cambiar en la práctica la mirada lineal de la humanidad y construir así un mundo que incorpora hábitos circulares y una mirada innovadora inspirada en la naturaleza.
En esta primera edición tenemos como invitada a Alejandra Mora, científica y amante de los animales, dedicada a proteger la fauna chilena. Si te resulta más cómoda leerla, aquí te ofrecemos una transcripción resumen de la entrevista.
Alejandra, cuéntanos un poco de ti y de cómo has orientado tu vida a tu pasión, el cuidado de la fauna.
Mi nombre es Alejandra Mora, soy originalmente Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Chile, y posteriormente hice mi Master en Evaluación de Tierras y mi Doctorado en Tradeoff Analysis Model en la Universidad de Wageningen en los Países Bajos. En el 2007, cuando regresé a Chile, tenía la idea de seguir en el mundo académico, pero por cosas del destino me incorporé al trabajo diario de un criadero. A los pocos meses, especialmente con la llegada de la primavera y el inicio de un nuevo ciclo de nacimientos, descubrí mi pasión: la crianza y cuidado de fauna en cautiverio, especialmente de aves. Esta es una labor que parece invisible, pero que requiere muchas horas de trabajo y dedicación.
Yo he adquirido mis conocimientos en gran parte a través de la experiencia, también leyendo muchos libros, pero fundamentalmente gracias a algunas personas generosas que han compartido sus conocimientos conmigo. Creo que las redes y la colaboración son muy importantes en esta tarea. Actualmente trabajo en forma independiente, dando asesorías y/o apoyo a algunos centros de reproducción.
En mi opinión, el cuidado, reproducción y crianza de especies en cautiverio es un mundo fascinante y puede ser un gran aporte al mundo que viene. En algunos casos puede ser fundamental en la conservación de especies amenazadas, en otros es simplemente para la exhibición de especies en parques y zoológicos, que finalmente también son un aporte a la conservación a través de la educación. Se cuida lo que se ama y difícilmente se ama lo que no se conoce. Personalmente, me emociona cuánta vida (y cuánta belleza) cabe en un simple huevito. La vida es tan frágil y a la vez tan extraordinariamente fuerte.
Los seres humanos dependemos de los ecosistemas terrestres y marinos y todo tipo de seres vivos para sostener la calidad, del agua, del aire, del suelo, para la polinización, nos defienden de las inundaciones y limpian incluso más del 60% de las emisiones de carbono atmosféricas cada año. Sin embargo, parecemos no entender el impacto de nuestras acciones en el medio en que vivimos pues cerca de un millón de especies están en peligro de extinción, ¿Podrías en tus palabras explicarnos en qué consiste la crisis actual de pérdida de biodiversidad en el mundo y cuál es el rol que han tenido los seres humanos?
El periodo en el que estamos viviendo actualmente es muy alarmante y se ha propuesto llamarlo el Antropoceno, a modo de ilustrar el significativo impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres.
Desgraciadamente los datos muestran que el 75% de los ecosistemas terrestres y 66% de los ecosistemas marinos ya están “gravemente alterados” mientras que más de un 85% de los humedales que existían en 1700 han desaparecido. Los ecosistemas naturales se han reducido en un 47% en promedio y la biomasa global de los mamíferos silvestres ha disminuido en un 82%.
Mientras tanto, la población mundial se ha duplicado desde 1970, la economía mundial se ha cuadruplicado y el comercio internacional se ha multiplicado por 10.
En relación con este impacto de los humanos, ¿cuáles dirías tú que son los principales patrones de consumo y de comportamiento humano que contribuyen a la extinción de especies?
Yo pienso que el consumismo desmedido y sin ninguna conciencia del costo ambiental de nuestro comportamiento es una de las principales causas. La cultura de lo desechable. Quizás también la desconexión de las personas con la naturaleza, el vivir en grandes ciudades, adquirir todo nuestro alimento en el supermercado, sin pensar de dónde viene lo que comemos ni los costos de producción ni de transporte. El arrasar grandes superficies naturales para desarrollar proyectos productivos o inmobiliarios… todo con una orientación de satisfacer las necesidades de las personas pero sin una mirada integrada al mundo y las especies que nos rodean.
¿Qué especies conocidas a nivel mundial se han extinto recientemente y cuáles están hoy en grave peligro?
La verdad es que desconozco en detalle las especies que se han extinto en los últimos años, pero entiendo que las que se han visto mayormente afectadas son los anfibios, corales y tiburones. Pero hay otro factor que para mí es muy preocupante y es que cada vez son más frecuentes los eventos de muerte masiva de animales. Por ejemplo, de los que yo recuerdo de los últimos años…
En el 2015 murieron 220.000 antílopes de Saiga en Kasajastán en un lapso de días. Al parecer los afectó la aparición de una bacteria que se activó con el alza de las temperaturas.
En el 2016 todas las crías de la mayor colonia de pingüinos Emperador se perdieron por el colapso del hielo. La colonia no se ha vuelto a recuperar desde la fecha.
En el 2017 murieron de hambre 40.000 pingüinos de Adelia en la Antártida.
En el 2018 vimos con horror como las morsas se ven obligadas a escalar las rocas ya que no encuentran hielo para su temporada de reproducción
En el 2019 en las islas Svalbar se encontraron 200 renos muertos por consecuencias del cambio climático.
En el 2020 se evidenció la muerte masiva de elefantes en el Delta del Okavango en Botswana por la ingesta de cianobacterias.
Y también las plantas están siendo afectadas… así como hace algunos años estamos viendo en Chile que las milenarias araucarias se están secando, en África los milenarios Baobabs también están muriendo.
Estamos en un momento crítico.
En Chile, ¿qué especies están en grave peligro? Y ¿qué perspectivas existen para poder salvarlas de su extinción?
En Chile, de los animales que están en el Inventario Nacional de Especies, cerca de un 12% (100 especies) se encuentran en peligro de extinción: 34 especies de sapos, 26 de lagartos y lagartijas, 23 de aves (caiquén colorado, cisne coscoroba, cuervo del pantano, gaviotín chico, tricahue). También la Vicuña, Taruca, Huemul, Huillín y felinos.
Pero tenemos trabajos exitosos de especies que están siendo rescatadas, Un caso emblemático fue la Ranita del Loa el año pasado, un esfuerzo concreto de cómo salvar a una especie de su desaparición. También hay casos exitosos de conservación del Pingüino de Humboldt, la Ranita de Darwin, el Gaviotín Chico (Mejillones) y la liberación de Ñandú en la Patagonia.
Desde el punto de vista de las soluciones, en tu opinión ¿son suficientes los esfuerzos que se están haciendo en materia de conservación en Chile y el mundo? ¿Qué más se podría hacer?
Aquí todavía hay muchísimo por hacer. Estamos recién comenzando a tomar conciencia.
Con respecto a los centros de conservación de fauna y de acuerdo con tu experiencia, ¿cuál es el rol que deben jugar en medio de esta crisis?
Hoy tenemos el gran desafío de tomar acciones concretas para salvar especies de la extinción. Muchos zoológicos han comprendido esto como parte de sus labores y es por ellos que existen programas internacionales para proteger especies en peligro a través de la reproducción en cautiverio. A esta tarea se han sumado otros espacios como santuarios, centros de reproducción, centros de rehabilitación y rescate, etc.
La reproducción de fauna en cautiverio probablemente no es suficiente para salvar una especie de su extinción. Pero mediante esta actividad se desarrolla investigación, se conoce mejor las especies y sus dinámicas, se levanta información inexistente, se despierta el interés por apoyar proyectos en terreno y se promueve la protección de sus hábitats.
¿Qué podría hacer el ciudadano común para aportar a la conservación de la biodiversidad desde su consumo y comportamiento?
Es importante que el ciudadano asuma el rol propio de aprender y educarse, para comprender y cuidar su entorno, también que aprenda a cuestionar la información que le llega por internet y aportar en vez de criticar y pedir que los demás solucionen.
También desde las cosas simples se puede ayudar mucho, como no botar basura, ayudar a limpiar espacios naturales como los humedales, no pasear a los perros sin traílla, especialmente en época de reproducción, no liberar especies introducidas en espacios naturales (tortugas, rana africana, visón, castor, jabalí, cotorras, perros, gatos).
Finalmente, desde el cambio económico y de hábitos, ¿cómo percibes algunos de los cambios que promueve la economía circular, como la agricultura regenerativa y el cambio del tipo de proteína que se utiliza para alimentar animales hacia proteínas generadas por la reutilización de residuos? ¿Qué podría hacer el ciudadano común para aportar a la conservación de la biodiversidad desde su consumo y comportamiento?
Actualmente, los cultivos y la cría de animales ocupan alrededor del 50% de la tierra habitable del mundo, mientras que los animales utilizados en la agricultura representan el 60% de todas las especies de mamíferos en masa, en comparación con el 4% de los animales salvajes y el 36% de los seres humanos. Por tanto, transformar la crianza de animales hacia el consumo de otro tipo de proteínas, como las de insectos, es un cambio muy deseable, tanto para el consumo animal como para el consumo humano directo. Esto hace años se está investigando, pero además ya hoy por hoy se realizan grandes inversiones en Chile para poder masificar su producción, lo cual será un gran aporte para la conservación de la biodiversidad marina y terrestre al disminuir la presión sobre los recursos pesqueros y la producción convencional de proteínas como la carne de vacuno.
Muchas gracias Alejandra, te deseamos mucha suerte en tu misión de proteger la avifauna chilena y esperamos poder contribuir sumando nuestra voluntad y recursos desde la promoción del cambio a una economía circular.